La ética, como pertenece a la filosofía, es una disciplina de intensa reflexión. En la que se pone en entredicho lo que uno quiere ser, con lo que debe ser. La ética, relaciona nuestros pensamientos, valores e ideales con nuestros hechos y comportamientos, de tal forma que exista una congruencia entre estos y se logren justificar por nuestra reflexión.
A través de la vida de la humanidad el ser humano se guía por dos preceptos importantes, lo que desea ser y lo que debe ser. Un planteamiento en el que es necesario orientar nuestros ideales y valores con una serie de normas que nos permitan convivir con los demás.
Esta forma de convivencia con los demás en el que un código de ética nos muestra nuestros deberes como personas, empujándonos hacia lo que se espera de nosotros.
Los hechos y la ética no son cosas que sucedan siempre a la par, pero lograr una congruencia entre nuestros pensamientos y acciones nos llevará a una reflexión real de la ética en nuestra forma de vida. Actuar ética-mente no es igual a actuar consciente-mente Hay conciencias que son erróneas que no reflexionan y se dan a la labor de filosofar sobre sus comportamientos y sobre cómo deben ser las cosas. Así la filosofía de la ética se convierte en esa actividad de intensa reflexión en el que se ponen en entredicho cuales son las cosas que están bien, y cuales están mal.
Ampliación del tema:
La Ética pertenece a la Filosofía, participa de las características de esta disciplina y la coloca en un puesto más relevante debido a que le interesa el estudio de la esencia de los actos humanos, o sea, trata de esclarecer cuáles son las características propias de todo acto humano, una de ella es la libertad, sin ella no hay acto humano sino acto del hombre, la condición indispensable de un valor moral es el acto humano, es decir, un acto ejecutado libremente.
A la Ética también le interesa el estudio de la esencia de los valores y, en especial del valor moral, tratar de ver en qué consiste un valor, sus propiedades y los propio de un valor moral.
Lo interesante del carácter filosófico de la Ética es el intento de penetración hasta la esencia de la bondad de la conducta humana.
En resumidas cuentas estudiar Ética es filosofar sobre los actos humanos, es investigar las causas supremas de los actos humanos, escudriñar en lo más íntimo de la conducta del hombre, en la esencia de las operaciones humanas para así, vislumbrar allí los aspectos de bondad, perfección o valor, que pueden encerrar en su misma naturaleza y en su calidad de creaciones humanas.
La ética es una rama de la filosofía que estudia la vida moral del hombre. Se centra en el comportamiento de la persona y, por ende, en su conducta responsable. Estudia la verdad última acerca del sentido de la vida humana, reflexiona sobre el significado último y profundo de la vida moral y se pregunta por el fin que persigue el hombre en su vivir, para determinar, a partir de esa meta, aquellos comportamientos por los cuales podrá alcanzar su felicidad. El ámbito de la realidad estudiado por la ética esta constituido por la persona humana, considerada en el ser y en la configuración buena (virtuosa) o mala (viciosa) que se da a sí misma mediante sus acciones.
Es una ciencia normativa: no solo se limita a contemplar y valorar los actos humanos sino que diferencia lo que "es" de lo que "debe ser". Para ello impone una serie de parámetros que catalogan las conductas del ser humano según sean buenas o malas y respecto de si están ordenadas al fin último del hombre (sea éste Dios o cualquier otro fin último que el hombre se plantee como bueno, esto es: la felicidad, la sabiduría, etc.). La ética pretende esclarecer filosófica-mente la esencia de la vida moral, con el propósito de formular normas y criterios de juicio que puedan constituir una válida orientación en el ejercicio responsable de la libertad personal.
Es un saber práctico no solo porque se refiere a las acciones, sino porque es un conocimiento que acompaña y dirige la acción, orientando el recto uso de la libertad: es un saber directivo de la conducta humana. Su principal finalidad está en la realización de esos conocimientos. Por eso, las demás ciencias están, en cierto modo, subordinadas a la ética, porque ésta se ocupa del fin y del valor que trascienden y juzgan todos los otros valores y los otros fines. Por ello puede fijar normas de contenido absoluto e incondicionado y establecer, de este modo, pautas que constituyen puntos de referencia para las otras disciplinas.
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